Disfrutar de su característico color rojo durante la Navidad forma parte de estas fechas. Sin embargo, con el fin de las fiestas surge la duda de cómo conservar la corona del inca todo el año. Para empezar, porque son muchos quienes creen erróneamente que es una planta que no sobrevive a la Navidad. Y, para seguir, porque la poinsettia es una planta que demanda cuidados rigurosos durante todo el año para poder sobrevivir. Unos que no entrañan demasiada dificultad, pero que hay que conocer a fondo para conseguirlo.
Lograr conservar la corona del inca todo el año pasa por entender las particularidades de una de las plantas de interior más delicadas que hay. Su fama de exigentes no es en vano, ya que demandan contar con bastante atención. Y no solo eso: también cierta mano en lo que respecta a la jardinería. Solo así podremos volver a disfrutar de ella la próxima Navidad. Y solo así, también, evitaremos el disgusto de verla estropearse.
CLAVES PARA CONSERVAR LA CORONA DEL INCA TODO EL AÑO
Antes de conocer en detalle cómo conservar esta flor todo el año, es importante saber algo. En muchas ocasiones, cuando pasa la Navidad, vemos que la planta pierde hojas. Y, automáticamente, solemos pensar que está muriéndose. Un pensamiento tiene toda la lógica pero que, en el caso de poinsettia, es erróneo. Pasadas estas fechas, lo normal es que comience a tirar las hojas inferiores conservando las superiores.
1. El riego.
A pesar de su aspecto, la poinsettia es una Euphorbia. O, lo que es lo mismo, una planta perteneciente a la familia de los cactus. Por este motivo, no demanda una gran dosis de riego sino más bien al contrario. Lo ideal para conservar la corona del inca todo el año es permitir que el sustrato se seque entre riego y riego. Algo que sucede, aproximadamente, cada tres o cuatro días.
Tampoco nos fiemos completamente de esta pauta de dos riegos semanales porque la cantidad de agua dependerá, también, de la temperatura ambiental. Además, es importante retirar el exceso de agua del bajo plato de la maceta. Es más: si queremos regarla correctamente, lo ideal es que no lo hagamos directamente sobre la planta. Poniendo agua en el bajo plato y dejándola durante 15 o 20 minutos, nuestra poinsettia recibirá la hidratación que necesita.
2.La temperatura.
Lo ideal es que nuestra planta esté en un espacio de entre 16 y 22 grados. Una temperatura ideal para su mantenimiento durante el año. Si vemos que nuestra planta comienza a tirar las hojas, es que está sometida a grados de más.
Ligado íntimamente con esto, hemos de tener cuidado con las corrientes de aire si queremos conservarla todo el año. No las toleran nada bien. Además, si vivimos en un clima cálido y decidimos trasplantarla directamente en el suelo, tendremos que hacerlo resguardando la planta de las heladas.
3. La luz.
Otro de los cuidados que, sí o sí, debemos procurarle a nuestra planta: la luz. La poinsettia necesita muchísima luminosidad, por lo que lo ideal es colocarla cerca de una ventana. Durante los meses de invierno, en los que el sol es más ligero, puede recibir luz directa.
Sin embargo, cuando comience a llegar la primavera es recomendable retirarla del sol. Este puede marchitar las hojas.
4. El trasplante.
Si decidimos darle a nuestra planta un espacio más grande en el que crecer, no podemos demorarnos. Lo ideal es que lo hagamos cuando termine la floración. Es recomendable hacerlo en los meses de invierno.
5. La poda.
Muy relacionado con el trasplante, ya que se debe realizar en la misma época del año. Pero no solo eso: son dos labores para conservar la flor todo el año que están unidas. Cuando realicemos el trasplante, lo ideal es podar los tallos a unos 10 centímetros de la base y siempre por encima del nudo de las hojas.
Se debe hacer solo dos veces al año, para poder crecer y florecer, la corona del inca necesita un extra de nutrientes. Y es, precisamente, en esos dos momentos de su ciclo vegetativo cuando tenemos que procurarle el abonado.
Entre los meses de octubre y noviembre, lo ideal es utilizar un abono de crecimiento. Y, de cara a promover la aparición de esas hojas rojas tan ansiadas, entre febrero y marzo tendremos que aplicarle un abono específico de floración.
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